A veces, robarle un instante a la vida, te convierte en ladrón de lo inolvidable.
Cualquier atardecer es un regalo, algo mágico.
Duerme el día.
¿Por qué no una puesta de sol sobre el mar?
Olvidar por unos instantes el trabajo, las preocupaciones, las prisas...
Y disfrutar de algo que ocurre todos los días sin que, a veces, apreciemos su belleza.
A unos kilómetros de La Coruña, Sabón regala un mar con olas y una arena fina y clara. Un bonito paseo la perfila y besa las aguas del Atlántico.
Son muchas las personas que la visitan, incluso algunas logran subirse a alguna ola sobre su tabla de surf.
Siempre un paseo, con olor a mar.
Unas fotos preciosas y un momento unico
ResponderEliminar¡Bienvenida hermana! ¡Qué ilusión!
EliminarAsí ha sido, fue de esos momentos que jamás querrías que acabasen y que siempre llevaré conmigo.
Un beso enorme.