Depósito de aguas grises

   Ayer, de camino a Ourense, paramos en la gasolinera de Ponteulla que tiene foso para probar el nuevo depósito de aguas grises.

   De las dos gasolineras que hay, la que tiene el foso es la que está en la carretera dirección a Santiago. Se puede hacer uso del mismo sin coste alguno lo cual es fantástico para asomarse a los "bajos fondos". Si quieres cambiar el aceite y lo compras, junto a los filtros,  en la gasolinera, cambiarlo es gratis. En caso de no ser así, son 3 euros para sufragar los costes de gestión de residuos a cargo de una empresa autorizada por la Xunta.

   En nuestro caso, la ocasión requería un foso en el que probar si encajaba el depósito que estamos haciendo a medida con fibra de vidrio.

   Por si alguno se anima, la fibra de vidrio ofrece muchas posibilidades y, aunque trabajarla es engorroso, los resultados y acabados pueden ser realmente espectaculares. Sólo es necesario: la fibra, silicona, reactivo, brocha, acetona, mascarilla, guantes, un molde y mucha paciencia además de un espacio ventilado.

   Pues bien, tras la prueba de rigor... el depósito no encajaba por lo que hemos tenido que cortarlo e ir hoy nuevamente al foso a probarlo.

   Esta vez nuestro punto de partida era Ourense, tomamos la autoría hasta Lalín, pero por despiste, salimos antes de tiempo; así que continuamos hasta Ponteulla por carreteras secundarias que fueron todo un deleite para los sentidos.

Toxos, xestas y este verde tan mágico que colorea Galicia.

Al fondo, el embalse de Portodemouros.

Discurría la carretera entre curvas, valles, lluvia y... 

más curvas.

El puente sobre el río Ulla nos indica que entramos en la provincia de La Coruña y a unos metros, la gasolinera.

Regresamos a Ourense habiendo realizado una segunda prueba del depósito, ¡ya falta menos!