TOULOUSE - AIRE D' AGEN PORTE D'AQUITAINE NORD
"Mira lo que he preparado para que vieses al despertar".
Así amanecí. El sol hacía tiempo que acariciaba las flores.
Son estos pequeños detalles los que me hacen tan feliz...
Nos preparamos y cuando iba a ponerme con el desayuno, Jorge dijo que nos íbamos, que había una sorpresa: un lugar que me encantaría. Primeramente, llenado de gazole (gasoil) y lavado de la furgo.
Tomtom en marcha y unos cuantos kilómetros hasta el lugar.
Qué bien me conoce!
Desayunamos en quietud y sobre el verde de Toulouse.
A nuestros pies, la gran ciudad.
El parque era inmenso: amplias zonas verdes, canchas de todos los deportes y hasta una escuela de equitación. Un verdadero pulmón para Toulouse.
Una pasarela de madera comunicaba los dos lados de la carretera y extendía Pech David hasta donde nos alcanzaba la vista.
Dejamos aquello y nos dirigimos hacia Toulouse.
Queríamos visitar LE JARDÍN DES PLANTES y jamás pensamos tener la suerte de aparcar justo frente a la puerta aprovechando las obras que cortaban la calle.
Sólo había que cruzar por el semáforo et voilà!
Nada más pasar la puerta, un gran paseo ante nosotros y el museo d'Histoire Naturelle de Toulouse. Siete hectáreas de verde en sus más diversas representacione: árboles, flores, plantas, fuentes...
Por ser primer domingo, la entrada al museo en vez de 9€ por adulto, fue gratis.
A pocos metros está el paso al JARDIN BOTANIQUE HENRI GAUSSEN ( Université Paul Sabatier - Toulouse).
Fue como entrar en otro mundo.
Al comienzo, más de 100 variedades de pimiento.
¡Y eso que faltaban los de Padrón! ( por cierto, gracias Noe por decirme cómo poner los signos de exclamación e interrogación al comienzo. ¡Eres genial, prima!)
Llegados de todos los lugares del mundo.
Plantas medicinales, de calcárea, aloes...
Todo perfectamente clasificado y reseñado.
Las plantas carnívoras y tropicales estaban en cámara cerradas.
Pasear entre tal diversidad era un regalo para todos los sentidos y hasta un pavo real disfrutaba a la sombra.
Me encantó y pensé en el interesante trabajo de los botánicos y su importante labor de investigación. Me acordé de Ángela y de Elena y cuando pude, les mandé muchas fotos.
El jardín y el museo están perfectamente comunicados.
El cambio fue de contraste, el aire acondicionado y la luz cambiaron. Una zona para dejar las sillitas de niño (poussettes) y una gran pared con curiosas pinturas, nos sumergieron en un mundo oscuro y apasionante.
Sin más iluminación que la que desprendían las vitrinas y las pantallas...
Comenzamos por el mundo de los minerales y los "tombés du ciel" ( meteoritos).
Fuimos viendo los efectos de los terremotos con una simulación real gracias a una plataforma colocada ante la pantalla que recreaba una escena de un seísmo en un casa, sincronizada con la imágenes de movía con la intensidad del terremoto, de tal manera que al estar sobre ella, la sentías tal cual.
La erupción de un volcán y los distintos tipos de lava y rocas volcánicas.
La brisa, la formación de los continentes (con un sorprendente vídeo que llevo para mis compañeras), la tabla de los elementos en una elegante presentación...
Y... Paso al REINO ANIMAL. Un enorme calamar sobre el techo, esqueletos de animales ya desaparecidos...
El de una ballena suspendido del techo.
Y toda suerte de especies. ¡Increíble variedad!
Era impresionante.
Un tesoro.
Estábamos sin palabras.
El diseño del museo me encantó. Todo resaltaba sobre el negro.
Salimos de allí maravillados.
Hacía mucho calor y por eso decidimos dejar Toulouse donde es difícil moverse, regresar a nuestra base en la cité de l'espace y recalcular ruta.
Comimos y por la tarde, arrancamos dirección a Bordeaux tomando la autopista.
La primera parada fue en un área para vaciar.
Aprovechando la hora de la merienda, parada en el área de Lacourt St. Pierre.
Estamos teniendo muy buen tiempo y lo aprovechamos para estar al aire libre siempre que podemos.
Cada 10-20km encontramos un aire, todas con sus baños, mesas, columpios... Los baños hasta tienen hilo musical, se escucha una emisora que anuncian carteles a lo largo de la autopista. Todas en las que hemos estado, están limpias y en buenas condiciones: con agua, papel, jabón y espejos.
Habiendo merendado y estirado un poco las piernas, continuamos el viaje.
A unos cuantos kilómetros, vimos un área que anunciaba un montón de servicios y decidimos parar. ¡Qué bien! Tenía duchas.
Un letrero decía que había que pedir la llave en la caja de la tienda. Allá fuimos: 1,50€ y dos llaves: una para cada ducha y a cambio, él se quedaba con las de la furgoneta hasta que terminásemos y se las devolviésemos.
Fuimos a coger la ropa, el neceser y las toallas. Aquello fue un regalo inolvidable después del día de calor que estábamos teniendo.
Con calma y relajados, nos pedimos algo en la cafetería y estuvimos disfrutando del lugar durante casi dos horas. La wifi gratuita nos permitió llamadas (algo que no ocurre siempre pues muchas redes no lo admiten) ¡qué alegría escuchar las voces de las personas que quiero y que están a tantos kilómetros!
Comenzaba a caer el sol cuando dejamos el área.
Continuamos un poco y decidimos que pasaríamos la noche en la siguiente área.
Es impresionante el museo,os estais empapando de cultura
ResponderEliminarque continueis con el buen viaje.Un beso
Ha sido naravilloso visitarlo, recitdé cuando nos llevaste de pequeñas al de Madrid, ¿te acuerdas papá?
EliminarUn beso muy grande