domingo, 16 de agosto de 2015

VIAJE DE VERANO / Día 19: 8 de agosto de 2015

MOUZILLON - NANTES - KERHINET

   Dormimos mecidos por el suave repicar de las campanas que tocaban las horas. 

   Vaciamos grises y, tras desayunar, volvimos a Nantes. 
   Nuestra primera visita sería a LES MACHINES DE L'ÎLE. ¡Qué emoción!  
   Entramos en el aparcamiento que está justo enfrente y a 2'10m. 


   La Île de Nantes, literalmente entre los brazos del Loira, se ha convertido en una perfecta fusión entre el pasado y el presente. Antes fue sede de industrias, empresas jaboneras, astilleros y comercio marítimo. Hoy es un barrio entregado a la cultura, a la arquitectura contemporánea y a la creación. 



   Les machines  de l'Île. "Un equipo de constructores excéntricos capitaneado por Pierre Orefice y François Delarozière (Compañía La Machine) instaló su taller en los hangares. Su imaginación les lleva a explorar la cima de los árboles, la sabana o los fondos marinos. Construyen un bestiario de máquinas vivas que se escapan del taller... En los mismos lugares donde se construían los grandes barcos, estas estructuras mecánicas monumentales son para pequeños y mayores una invitación a soñar y viajar. 
   Podrás pasear a bordo del Grand Éléphant, visitar la Galerie des Machines, descubrir el Carrousel des Mondes Marins y trepar por la rama del Arbre aux Hérons. " (Tomado de la guía). 


  "Grand éléphant. Cuando este majestuoso animal sale a pasear es como si un esqueleto arquitectónico de tecnología saliera de una catedral de acero. 
   Los pasajeros que viajan a bordo para aventurarse en este fantástico viaje por los antiguos astilleros navales descubrirán los engranajes interiores y las patas en acción. 
   El maquinista explica la vida del animal y genera los bramidos." (Tomado de la guía). 

   ¡Qué espectacular! Verlo moverse fue todo un maravilloso y mágico acontecimiento para los que allí estábamos. 



   El paseo dura una media hora. Nos hubiera encantado subir, pero estaba todo reservado hasta finales de mes. 
   Todo un universo de imaginación tocado por la magia de Julio Verne. 


   Estar allí era como estar en un reino de imaginación y fantasía. 
   No entramos ni subimos en nada. A diferencia del elefante, sí era posible en lo demás. Cada atracción valía entre 8€ y 9€ por persona. 



   Regresamos a la furgoneta con la mente flotando sobre un mundo mágico que no quisimos abandonar, yendo entonces al museo de Julio Verne que nos quedaba cerca de allí. 


   Aparcamos justo enfrente. 

   Situada en el barrio de Chatenay, en el número 3 de Rue de l'Hermitage, esta enorme casa sobre la colina está dedicada desde 1978 a la obra del gran escritor. 
   "... tuvo que venir bastante a menudo para contemplar el río desde esta altura, allí donde se convierte en la puerta del lago y el camino de la aventura." Julien Gracq. 
   Traspasar la puerta fue como trasladarnos a muchos años, incluso siglos, atrás. 

   Al tiempo que nos alejábamos hacia un futuro de la mano del un escritor visionario.

   Sus obras traducidas a casi todos los idiomas nos han hecho viajar y soñar. 
   Desde la colina, las vistas al Océano. 


   "À voir passer tant de navires, le besoin de naviguer me dévorait. " (al ver pasar tantos navíos, la necesidad de navegar me devoraba). 
   "Nantes, las islas y el Loira, primer espejo de sus sueños, son el crisol de la obra de Julio Verne. Allí se encuentra el secreto de un hombre. Escritor que habla a la imaginación, al corazón y a la inteligencia. " (Fragmento extraído del folleto del museo). 
   Aunque Julio Verne no vivió en esta casa, en ella -hoy convertida en museo- se encuentran libros y documentos originales, ilustraciones, carteles, juegos y objetos, películas y manuscritos. 


   "Apenas yo contaba diez años, cuando mi padre compró una propiedad en el extremo de la ciudad, en Chatenay, ¡qué hermoso nombre!" (Recogen sus memorias)
   Aún se sigue viendo, frente a la iglesia de Saint Martin, la casa de campo de la familia Verne en Chatenay. 

   Junto con su hermano, realiza sus primeros experimentos de navegación en barcos de alquiler -a un franco por día- y recorre a lo Robinson las diversas islas del Loira. Sueños y aventuras. Allí fueron concebidas: De la Tierra a la Luna y Veinte mil leguas de viaje submarino


   Un enorme mapa y divertido juego, pulsando en cada obra indicaba las zonas en que transcurría: Los hijos del Capitán Grant, La vuelta al mundo en ochenta días, Cinco semanas en globo...
   Deseosos de sumergirnos de nuevo en esos mundos y bucear por sus páginas, salimos del museo y bajamos al mirador Jean Bruneau. 

   Allí, las esculturas de Julio Verne niño y el Capitán Nemo, miran en la misma dirección. 



   Comimos en la furgoneta y ya, al atardecer, escribí mirando a través de la ventana, el mundo imaginario de Julio Verne dibujado en su museo. 

   De lo que había leído en la guía, en esta primera visita a Nantes, sólo nos quedaba: Le Passage Pommeraye en el barrio Graslin. Un elegante barrio que, aún siendo dañado por los bombardeos de la II Guerra Mundial, sigue siendo uno de los mejores ejemplos urbanísticos de los ss. XVIII y XIX. Lleva el nombre de su promotor, es peatonal y acoge selectas tiendas y monumentos relevantes de la ciudad. 

   Dejamos la furgoneta en el aparcamiento Île Gloriette a escasos metros de las galerías. Este enorme aparcamiento no tiene barrera de altura. 

   Callejeamos disfrutando del trazado, de los edificios. Este de abajo me llamó mucho la atención, me acerqué pensando en si sería un museo, un teatro... Y para mi sorpresa, descubrí que acogía cultura, música y literatura en una famosa franquicia: FNAC. 
   "Le Passage Pommeraye fue creado en 1843 y ha llegado intacto al siglo XXI. Se asienta sobre un gran desnivel, lo que obligó a desarrollar una monumental escalinata muy ornamentada, flanqueada por tiendas. "




   "Este remanso de paz para los peatones con el vicio de ir de compras ha inspirado a más de un artista. " (Fragmentos tomados de la guía). 



   Había muchísima gente subiendo y bajando. Pensé entonces en otras del estilo, como la de Milán, y me sentí feliz. 

   Dejamos Nantes satisfechos e ilusionados, rumbo a la BRETAÑA. 
   En pocos kilómetros comenzó a cambiar el paisaje. 

   Curiosas sorpresas. 
   Y comenzamos a ver tejados empinados sobre casitas de cuento, como este hotel en Saint Lyphard. 

   Entonces... nos metimos hacia la derecha y... ante mí: la sorpresa que Jorge me había preparado y de la que no quería decirme nada. KERHINET. 

   Situado en un Parque Natural : Brière, de más de 490km cuadrados. Gran marisma de la costa atlántica de Francia, al norte del estuario del Loira. Los residentes se llaman "brièrons". 

   Kerhinet es un pueblo tradicional brièron comprado en el año 1974 por el Parque natural regional de Brière. Sus dieciocho casas fueron poco a poco restauradas durante 15 años, siendo hoy un libro abierto sobre el estilo de vida de sus habitantes, sus labores, sus tradiciones...
   Cuando fue comprado no vivían en Kerhinet nada más que dos personas, pero gracias a la importante labor de reconstrucción fácilmente viajamos en el tiempo hasta 1875 cuando una quincena de familias vivían allí. 

   Había por aquel entonces dos hornos. Hoy en día un lujoso restaurante y un elegante "albergue" que es un encantador hotel. 
   
   Todo el pueblo tiene wifi gratuita lo cual me pareció un choque más que sorprendente entre pasado y futuro. 

   En el 1850, Pierre Legal abre en Kerhinet un pequeño comercio de ultramarinos que funciona hasta 1886 y en el que vende a los habitantes, productos que ellos no pueden fabricar como: azúcar, sal, café...

   Fuimos leyendo los paneles explicativos, la oficina de turismo estaba cerrada ya. 

   Se respiraba tranquilidad al tiempo que era fácil adivinar cómo sería la vida allí más de 100 años atrás. 



   Sorprendentemente, justo en ese momento en el que estábamos viendo esta T2, abrieron la verja una madre y su niño. ¡Vivían allí!

   Aquel lugar era mágico y escondía secretos entre sus casitas de piedra con tejados de paja y alegres hortensias en flor. 

   Dormir aquí  será especial, pensé. 

2 comentarios:

  1. Qué itinerario tan maravilloso !!!! La casa museo de Julio Verne, es cierto que te trasporta a mundos de aventuras.Lo que me ha gustado mucho son las galerias , qué elegancia y que movimiento de gente, pero ese pueblo tan bonito de cuento es una maravilla, trasmite tranquilidad y ganas de sonreir. Felicidades, viajeros guapos, por elegir lugares tan bonitos. Feliz regreso, mamá.

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    Respuestas
    1. Gracias mamá, sigue siendo un viaje apasionante. Compartirlo lo hace aún más especial.
      Muchos muchos besos.

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