domingo, 27 de diciembre de 2015

FIN DEL VIAJE DE VERANO / Día 36: 25 de agosto de 2015

PRAIA DAS CATEDRAIS - CASA
   Me desperté muy muy temprano y lentamente vi cómo el cielo se rompía en azules, violáceos y rosas.
   Las primeras fotos en las que se ve algo de luz son éstas, pasaban de las siete y sólo se escuchaba el mar.

   
  Volví a entrar en la página en la que hay que solicitar el pase para poder bajar a la arena.


   El cielo había cambiado en tan solo unos minutos, era todo un espectáculo. 
  Una vez leí que no hay que desanimarse cuando se ha puesto empeño y esfuerzo en algo y no ha salido como esperábamos o bien no lo han sabido apreciar; pues todos los días el amanecer crea una nueva mañana distinta a la anterior y son muy pocos los que están despiertos para ver obra tan grandiosa.



   El aparcamiento que está junto a la playa es uno de los más hermosos y tranquilos. Muchos lo sabemos y estaba lleno de furgonetas, autocaravanas, caravanas y algún que otro coche esperando la hora hora mágica del amanecer.


   Dispuesta ya para una de mis "escapadas madrugadoras", salí de la furgoneta y respiré un aire lleno de vida y miré al cielo ya casi azul. Todas las pequeñas casitas con ruedas habían llegado de distintos países, de lejanas ciudades para ver una de las playas más hermosas del mundo.


   ¡Cómo perderse algo tan hermoso!

La playa de las Catedrales está situada en la costa de la provincia de Lugo (Galicia). Se le llama así por el conjunto de acantilados, algunos con más de 32 metros de altura, que esculpidos por el viento y el mar, forman unos arcos y bóvedas espectaculares dejando un paisaje maravilloso en la que está considerada como una de las playas más espectaculares del mundo. (playadecatedrales.com)

   
   Antes de bajar a la arena, quise ver desde arriba los acantilados.


La fuerza del Cantábrico y el viento dieron forma a estos majestuosos acantilados tal grandiosas catedrales junto a la orilla.



   Es muy importante tener presente el horario de mareas para poder disfrutar y pasear sobre la arena junto a estos hermosos muros de piedra.







   Es relativamente reciente el entorno preparado para los cientos de turistas que recibe el lugar. Mesas al aire libre, servicios (de moneda) y una cafetería en la que más que las consumiciones en sí, se paga por las hermosas vistas.


   Y... por fin, bajé. Nadie me lo impidió pues si eres de los primeros y madrugas, no hay nadie supervisando. O al menos esa es la suerte que tuve yo.


   La emoción de los que allí estábamos era enorme, era como pisar un lugar sagrado lleno de energía y belleza. La habíamos visitado en junio del año pasado y todavía la veía más hermosa.







   La arena el fina y el agua cristalina.




   Cuando saqué esta foto no me di cuenta de lo que después mi compañero y amigo Jose me dijo: parecen dos enormes tortugas de perfil.



   Disfruté de la orilla y las paredes de piedra, del bello amanecer y la brisa en la cara.



   Sin duda esta playa fue un hermoso broche para un viaje que iba acabándose dulcemente.


   Hacia Coruña, la autovía deja paisajes de viento y costa.

   Llegábamos a casa con el alma llena de recuerdos, de rincones, de sensaciones, de playas y de inolvidables atardeceres. 36 días maravillosos y unos 6500 km de aventura.
GRACIAS POR CADA INSTANTE.





































2 comentarios:

  1. Qué suerte tenemos de poder seguir las rutas tan maravillosas que haceis y seguir el viaje como uno más. Las fotos son preciosas, claro que también la naturaleza ayuda.Por favor seguir deleitándonos con vuestros viajes y comentarios tan bonitos y valiosos. Enhorabuena!!! M.DOLORES.

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  2. Gracias mamá, no imaginas la ilusión con la que llegan tus palabras y más cuando estamos fuera. Te quiero, un beso grande grande.

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