Dejamos Gruissan quedando pendiente la visita al castillo y muchos atardeceres más sobre el mar, atardeceres de azul, violeta y naranja. Nuestro rumbo nos llevaba de nuevo a Narbona, pero con un destino diferente. Dormiríamos junto a un lago.
Hicimos kilómetros y kilómetros pues buscábamos un lugar en el que quedarnos con cierta tranquilidad ya que seguíamos sin el cristal de la puerta izquierda. En este vídeo a velocidad de vértigo se ven algunos de los lugares por los que pasamos hasta llegar a VILLANEUVE-DE-LA-RAHO y una vez allí, el lago nos enamoró. El CAMPING RIVES DU LAC sería nuestro destino para esa noche. A continuación las coordenadas, merece la pena y enseguida vereis el motivo.
Muchos servicios y un precio realmente bueno para el lugar en que se encuentra. De hecho, temíamos llegar y no encontrar plaza... pero, tuvimos mucha suerte.
Encantadores en la recepción, nos explicaron al detalle todo lo que podríamos disfrutar: especialmente el acceso directo al lago.
Por la noche habría música en la cafetería, wifi, electricidad, vaciados, duchas, lavadora... todo en un entorno maravilloso. ¡Qué más podíamos pedir!
Y así fue como entramos en RIVES DU LAC. Recuerdo que la barrera de entrada nos lo estaba poniendo un poquito difícil y un matrimonio inglés de avanzada edad, se prestó gustoso a indicarnos. ¡Qué felicidad verlos viajar juntos, sin límites, sin tiempo! Pensé entonces y siento ahora que ese también sería y es nuestro sueño.
Con la reserva confirmada, nos ofrecieron el código que abre la puerta de acceso directo al lago y no dudamos ni un instante en aparcar la plaza asignada, ponernos los bañadores y acercarnos a aquellas aguas de un azul intenso.
Pensando en hacer un poco más amena esta publicación iréis viendo a continuación algunas fotos y al final de todo, un vídeo con todo lo interesante sobre este lugar que también aparecerá en el canal de YouTube. Así que... vamos allá.
Villeneuve-de-la-Raho: Situada a pocos kilómetros dePerpiñán, esta pequeña ciudad delPaís Catalán fue establecida hace más de 10 siglos en los Pirineos Orientales. Aunque de tamaño modesto, es un lugar donde los perpiñeses vienen de buena gana a refrescarse tan pronto como llega el buen tiempo. De hecho, con sus tres embalses, este pueblo tiene la ventaja de poder nadar al sol sin tener que ir a la costa mediterránea.
(...)En la actualidad,Villeneuve de la Raho se encuentra entre las 20 comunas más jóvenes de Francia. Esta aldea vinícola ha visto aumentar su población desde la década de 1970. Las actividades deportivas son numerosas y variadas y lasinstalaciones deportivasestán adaptadas: estadios, gimnasio moderno, parque de patinaje, etc. Complementan los deportes acuáticosy elgolf.
Villeneuve de la Raho tiene un camping «Les rivages du lac». Se encuentra en la unión del lago pequeño y el grande. Es un lugar tranquilo, lejos de la animación de los campings de la costa, pero perfecto para los que quieren disfrutar de la paz y la naturaleza. Mucha gente viene aquí a recargar sus baterías.
La zona acuática también atrae a los caminantes, los que quieren ir a pasear tienen la opción de elegir la distancia a cubrir dependiendo del tamaño del lago en cuestión. Se puede ir alrededor de los lagos a pie, por supuesto (caminando o trotando), pero también en bicicleta o a caballo. Los vehículos motorizados no están permitidos.
Si te apetece, también puedes simplemente organizar un picnic con amigos o familiares. Todo está planeado hacia la base náutica, allí encontrará barbacoas públicas para sus parrillas. Las mesas son gratuitas, algunas están protegidas por los pinos. Todo lo que necesitas para disfrutar de la naturaleza y un poco de frescura.
Mapa en mano, algunos folletos y la clave. Ya sólo nos quedaba instalarnos.
Como luego aparecerá en el vídeo, poniendo la clave que da acceso al lago, la puerta se abrió y unos dimos un baño maravilloso. Después hubo tiempo hasta el anochecer para pasear y conocer el lugar, para cenar y para descansar bajo infinitas estrellas.
Las instalaciones son excelentes y se encontraban en muy buen estado.
Nosotros nos bañamos en el PETIT LAC. El agua estaba a una temperatura maravillosa, limpia y cristalina. Acostumbrada al mar, la sensación es diferente tu cuerpo no flota igual y la quietud es relajante.
La mañana siguiente nos trajo un dulce y tranquilo despertar y aprovechamos el descanso para leer y buscar información sobre el lugar y sobre nuestro próximo destino. Teníamos cita para esa misma tarde en el taller por lo que quedarnos una noche más no sería posible.
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