Desde la carretera se ve un enorme aparcamiento que siempre está lleno de caravanas, autocaravanas y furgonetas camper. Cerca de la entrada a la fortaleza de Vilanova es un lugar ideal desde el que todo queda a mano.
Llenado y vaciado de grises y negras.
Justo enfrente: un inmenso parque con columpios y posibilidad de practicar diversos deportes.
A unos metros: el casco antiguo de Vilanova, sobre el que ya he escrito en otra publicación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario